top of page
  • Foto del escritorPatricia Megías García

El tabú de la terapia

El otro día nos comentaba nuestra compañera sexóloga que cuando recomienda a algún paciente a ir al psicólogo, la respuesta que más frecuentemente se encontraba era: ¡Yo no estoy loco!, u otra similar transformada en pregunta: ¿Me estás diciendo que estoy loco?!

Modo ofensa.

Y así vivimos.

La verdad es que para ir al psicólogo hay que estar, al menos, un poco cuerdo. ¿Quién de nosotros pasaría la vida entera sin un chequeo médico? ¿Quién de nosotros pasaría la vida entera desatendiendo los cuidados básicos de su cuerpo físico? La pregunta se contesta sola, y pone sobre la mesa el descuido que como sociedad tenemos hacía la salud psicológica y emocional.

Ir al psicólogo tiene que ver con querer sufrir menos: relacionarse de manera más sana, tratar mejor a los hijos, aliviar los gritos ansiosos del cuerpo, resolver lo que dejé pendiente en mi vida, entenderme, conocer qué me produce tanta angustia, salir de mi hundimiento; y un largo etcétera de razones más que legítimas.


Razones de búsqueda del bienestar propio. Porque… no nos engañemos, INCLUSO en las mejores condiciones, con un trabajo soñado, la casa y el coche en la puerta, la familia que queríamos, etc. si la mente no está cuidada, uno vive pobre en una cárcel interna.


Lo que culturalmente se entiende por <locura y cordura> vive en cada uno de nosotros, lo único que podemos hacer es elegir mirarlas, aprenderlas y vivir sabiendo bandearnos con ellas. Y para eso, es importante que como sociedad empecemos a quitarle el tabú a eso de ir al psicólogo. Cada vez, con más frecuencia, los jóvenes dicen expresiones como:

“Mañana no puedo quedar, que tengo terapia.”

“Esto lo hablé con mi psicóloga.”

“Ve a terapia amigo, lo necesitas.”

Gracias valientes, porque dejarse recibir ayuda cuando uno lo necesita es ante todo un símbolo de fortaleza interna. Te pido que lo tengas en cuenta la próxima vez que alguien te diga que está yendo a terapia; a ver si la mirada de pena puede dar paso a una mirada de admiración. Porque cada uno de nosotros, sí necesita terapia.


Guiñando a Pedro de Casso, el mundo necesita terapia.

Entradas Recientes

Ver todo
Archivo
Buscar por tags
bottom of page