Si queremos una sociedad más igualitaria, si deseamos una sociedad menos dañina para el/la otr@ y para nosotr@s mism@s, una sociedad sin violencia... No podemos olvidar que todo empieza por sembrar…por educar y enseñar.
Podríamos decir que nuestro cerebro dedica 1/3 de nuestra actividad mental a recibir y procesar información emocional. ¿Cómo puede ser que una persona llegue a la edad adulta sin prácticamente conocer para qué sirven sus emociones? A lo largo de nuestra educación aprendemos de matemáticas, lengua, ciencias sociales…
¿Cómo puede ser que no aprendamos casi nada de nuestras emociones?
¡Nuestra sociedad esta analfabeta de educación emocional!
¿Conocemos la importancia de esto?
Cada día ponemos la televisión, vemos las noticias, abrimos las redes sociales y conocemos que ocurre en ese mundo tan complejo en el que vivimos ¿Viviríamos sin conocer las noticias del exterior? Creo que no…
Podríamos decir que nuestras emociones son ese “sistema de noticias” que constantemente nos envía información de cómo estamos en este mundo. Nos comunica si algo nos agrada, si nos disgusta, si es peligroso o injusto para nosotr@s todo eso que acontece fuera ¿Cómo caminamos en el mundo sin escuchar estas señales? ¡Cada emoción tiene un mensaje y te comunica una necesidad! El modo en el que interpretamos este mundo y lenguaje emocional, nos hace afrontar la vida de una u otra forma. Una sociedad sin consciencia emocional es una sociedad perdida y confusa. Sin noticias reales de lo que ocurre a su alrededor, sin noticias de lo que ocurre dentro… sin noticias de lo que realmente necesita... Ciega.
No necesitas el último móvil…
No necesitas una nariz mas recta, ni un pecho distinto, ni una cintura tal, ni cual…
No necesitas tener miles de “me gusta”
No necesitas esa foto en el lugar más de “moda”
No necesitamos nada de eso para ser individuos sanos y construir una sociedad más justa.
Necesitamos aprender a escuchar nuestro enfado de forma sana. Para así, poder defendernos de manera respetuosa, si no, podemos acabar derramando nuestro dolor o enfado sobre el/la otr@. Lo dañamos. Por el contrario también podemos reprimir esa información, esa emoción tan valiosa y olvidamos de poner nuestros límites... ¡Qué peligroso y qué fácil es entonces poder ser víctima en un mundo tan complejo! Necesitamos saber bajar el ritmo si estamos tristes, parar a reparar eso que hemos perdido o eso que se ha roto dentro de nosotros…permitirnos estar “blanditos”… Necesitamos poder escuchar el miedo y conquistarlo, conocer que es lo valioso para cada un@ y cómo protegerlo…. El dolor humano si no se gestiona se derrama o se enquista, como una bola que no permite el crecimiento ni la evolución, como una capa inmensa que se pone delante de nosotr@s y nos aleja de lo que realmente somos.
Eduquemos a los niñ@s, jóvenes, adultos y mayores. Enseñemos las herramientas para escuchar y saber que necesitan:
Hablemos de emociones,
Hablemos de sentir, Hablemos de llorar y reír, Hablemos de dolor y sufrimiento, Hablemos de ganar pero también de perder, de caer, de fallar, de frustrarse...
De parar a descansar para repararnos.... y como no, de rendirnos. Porque a veces hay que romperse para reconstruirse.
¡Hablemos con honestidad de la compleja experiencia humana!
Este año comenzamos a sembrar algunas semillas en la educación de nuestr@s jóvenes, ojala algún día nuestros colegios e institutos tengan la suerte de tener una materia obligatoria llamada “educación emocional”, estoy segura que entonces viviremos en una sociedad mejor.
Gracias al Área de Igualdad del Ayuntamiento de Loja, profesor@s y organizador@s de coeducación del IES Virgen de la Caridad, IES Moraima y IES Alfaguara, por hacer posible este proyecto de Inteligencia Emocional para adolescentes "CONOCE TU MAGIA ",y sobretodo a vosotr@s…nuestr@s jóvenes! Por escuchar atentos y abrir vuestras mentes a la salud mental y emocional.
Gracias a tod@s los que habéis hecho esto posible.