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  • Foto del escritorAntonio Barba Herrera

Apego: qué es, tipos y cómo influye en tus relaciones

El apego está en boca de todos. Pero más allá de tratarse de un concepto de moda, el apego es un vínculo efectivo que se establece en los primeros años de vida, durante la infancia. 

En este artículo hablaremos de qué es el apego, qué tipos de apego hay y cómo afecta a nuestras relaciones. 


¿Qué es el apego? 

Nuestra forma de ser, la forma en la que nos relacionamos con los demás o incluso la manera que tenemos de gestionar y expresar nuestras emociones está directamente relacionado con el tipo de apego que cada persona desarrolla con sus padres.

El apego es el vínculo emocional que establecemos con las personas significativas en nuestro entorno, especialmente aquellas que desempeñaron un papel fundamental en nuestra crianza durante la infancia. 

Este concepto fue introducido por John Bowlby, y no es una elección consciente ni algo que podamos evitar sentir, sino más bien una parte intrínseca de nosotros.

Este vínculo tiene un propósito fundamental, que es asegurar nuestra supervivencia en la etapa infantil y proporcionarnos seguridad en nuestras relaciones a lo largo de la adolescencia y la adultez. En otras palabras, el apego desempeña un papel crucial en el desarrollo emocional y psicológico de un individuo, influyendo en la forma en que percibimos y nos relacionamos con los demás a lo largo de la vida.


Tipos de apego 

Existen diferentes tipos de apego, los cuales se forman en función de la calidad y la naturaleza de las relaciones con las figuras de apego durante los primeros años de vida.


Apego seguro: La base de la confianza

Los niños que desarrollan este tipo de apego en la infancia se sienten amados, aceptados y valorados. Bowlby señaló que la constancia del cuidador en proporcionar cuidados y seguridad es esencial para desarrollar este tipo de apego. Aunque implica una entrega significativa por parte del cuidador, los niños con apego seguro manifiestan comportamientos activos, interactúan confiadamente con su entorno y experimentan una sintonía emocional saludable con sus figuras de apego. 

  • El apego seguro sienta las bases para una vida adulta independiente y relaciones interpersonales saludables. Esto es gracias a que hemos podido desarrollar y sentir la seguridad en otras personas. 


Apego ansioso y ambivalente: La angustia de la inconsciencia 

El apego ansioso y ambivalente se caracteriza por la falta de confianza de los niños en sus cuidadores, lo que causa una sensación constante de inseguridad. 

La inconsistencia en las conductas de cuidado genera miedo y angustia en los niños que generan este tipo de apego. 

  • A lo largo de la vida adulta, el apego ansioso y ambivalente puede traducirse en una sensación de temor a la falta de amor o deseo por parte de la pareja, así como dificultades para establecer relaciones íntimas y satisfactorias. Es frecuente sentir miedo al abandono en nuestras relaciones. Esto genera dependencia emocional. 

  1. Apego evitativo: Autosuficiencia compulsiva como mecanismo de defensa

En el apego evitativo, los niños han asumido que no pueden depender de sus cuidadores, lo que les provoca sufrimiento. Es habitual en niños cuyos padres han mostrado frialdad emocional, con poco espacio para hablar de cómo se siente cada miembro de la familia.

Aunque parecen mostrar una despreocupación por la separación, en realidad, detrás de esta conducta existe una autosuficiencia compulsiva y una preferencia por la distancia emocional. 

  • En la edad adulta, las personas con apego evitativo pueden experimentar dificultades para intimar con otros y mostrar resistencia a relaciones más profundas. Son personas reticentes a hablar de sus emociones y/o pedir ayuda. 


Apego desorganizado: Comportamientos contradictorios

El apego desorganizado es una mezcla entre el apego ansioso y evitativo, donde los niños presentan comportamientos contradictorios e inadecuados. Este tipo de apego se asocia con conductas negligentes o inseguras por parte de los cuidadores, donde ha podido existir abuso. 

  • En la edad adulta, las personas con apego desorganizado pueden manifestar frustración, ira y dificultades para establecer relaciones afectivas, aunque en el fondo anhelan la conexión interpersonal. 

Conclusión

Conocer los distintos tipos de apego es esencial para comprender cómo somos y la manera en la que nos relacionamos en función de nuestras vivencias durante la infancia. Pero hay que tener en cuenta que aunque el apego influye en nuestra vida, no tiene porqué condicionarnos para siempre. 

Establecer relaciones con parejas y amigos con apego seguro, puede resultar sanador y positivo para construir relaciones más sanas. 

Por otro lado, a través del reconocimiento y la comprensión de nuestros propios patrones de apego en terapia, podemos trabajar y dirigirnos hacia relaciones más satisfactorias en la vida adulta.

En Neurohábilis realizamos terapia online y presencial en Loja (Granada) y en el Puerto de Santa María (Cádiz).  


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