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  • Foto del escritorPatricia Megías García

No, no es solo cosa de niñ@s

El bullying, o acoso escolar, sucede. Sucede normalmente a espaldas del mundo adulto; a la sombra del recreo o en la fila de la mañana mientras el profesor está haciendo recuento. Y sucede también a plena vista, a plena luz del día. Y no, no sólo es cosa de niñ@s... sobre todo a medida que los niños y niñas crecen, y detrás del daño está también presente la intencionalidad de hacer daño.

Pero... ¿de qué daño hablamos cuando hablamos de bullying? Hablamos de una personita a la que están insultando, haciéndole el vacío, ignorándola deliberadamente, a la que se le presiona para hacer o decir cosas que no quiere, se le avergüenza y se le humilla. Hablamos de que otra personita está haciendo este daño, porque ha aprendido que el poder está en pisar al otro (y aquí es muy importante como miramos a la parte agresora, que tantas veces está siendo víctima en su propio hogar). Y hablamos del público que enmudece, y que con el silencio consiente para pertenecer. Ese es el escenario: el que hace daño, el que lo recibe y l@s que consienten. Sin embargo, el protagonista es otro, y siempre es el mismo: el daño interiorizado.


¿Daño interiorizado? Sí, el daño interiorizado es sentirme que soy culpable de lo que me están haciendo, que hay algo malo en mí. Es creerme el mensaje, verme inferior y diferente a mis compañer@s. Aislarme y callarme porque en cierto sentido pienso que me lo merezco. Asumir la agresión como justificada.

Como podrás imaginar, este daño interiorizado es la herida real que deja al niño o a la niña totalmente indefens@. El daño interiorizado deja a la víctima privada de su propia rabia, de su propia capacidad de defenderse y decir que NO.

Mamá, papá, profesora, maestro que nos lees... cuando estés delante del escenario; busca al protagonista real de esta historia: el daño interiorizado. Permítele que comience a hablar, que cuente las situaciones que día tras día han ido minando su autoestima. Empatiza con él, no quieras cambiarlo de pronto, el daño ya está hecho. Sobre todo abre la escucha para que pueda ir saliendo fuera todo lo que ha quedado dentro, para que poco a poco todo vaya devolviéndose a su lugar de origen. Porque el bullying no es sólo cosa de niñ@s, ni sólo cosa de las escuelas, ni sólo cosa de las familias. El bullying es cosa de TOD@S.


El equipo de Neurohábilis, Psicología y Salud Integral.

Acompañando infancias, adolescencias, familias y adult@s desde 2014.

Loja, El Puerto de Santa María y Online.

645 260 582


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