Me encuentro en casa sola con mi perra. Estoy en mi habitación leyendo. Ella está tumbada sobre mis pies. Estamos las dos tranquilas. De pronto ella tiembla, pone sus orejas en pie y mira hacia la puerta. Algo la pone en alerta. La miro e intento entender qué ocurre. Aparentemente no hay nada, no se escucha ruidos extraños, nadie ha entrado. Pero ella sigue intranquila. Esto me hace pensar sobre cómo puedo calmarla, e inevitablemente pienso en la especie humana…
¿Qué es el miedo?
El miedo es una emoción básica. Lo sentimos cuando valoramos que existe un peligro o amenaza para nuestro bienestar y ante los que creemos que no tenemos recursos para afrontarlos. Nos mantiene en el aquí y el ahora, pero también nos invita a preocuparnos por el futuro para estar preparados para cuando llegue. Esta emoción nos ayuda a generar comportamientos para protegernos ya que nos hace prepararnos para reaccionar ante una situación. Por ejemplo, si te llaman para a una entrevista de trabajo, tu primera respuesta podría ser de miedo y esto te llevaría a prepararla muy bien con el fin de hacerlo lo mejor posible. Ahora bien, aunque el miedo es una emoción necesaria para ponernos en alerta y movilizarnos, si aparece en exceso nos puede dificultar para alcanzar nuestro bienestar, siendo por tanto un arma de doble filo.